Categoría: poesía
España, septiembre 2022
Caminar contra el viento,
nadar contra la corriente,
se ve como estar subiendo por las escaleras
eléctricas equivocadas.
La fuerza opuesta es tan potente
que lleva a un sitio céntrico.
Igual repites,
con rabia,
con desespero,
como si llevar solo el cuerpo
ya fuera ganancia.
Decidir seguir o no,
decid -ir y no quieres arriesgarte a tanto,
porque crees saber todo sobre ti,
menos en dónde quieres estar,
y que tu pellizco de luz,
no quiere prenderse,
que se resiste,
que se agarra de esta queja,
que estripa la impotencia,
que hay que seguir,
así sea para el lado equivocado.
Seguir siendo anónima,
siempre,
y no ser descubierta,
ser ermitaña porque
he desaprendido a compartir.
Volví a empezar:
acá hay otra parte de mi,
que no tiene mucho que ver con la antigua,
que no encaja ni con lo que los demás creen de mí,
ni en lo que creo yo de mí.
Han venido nuevas obsesiones,
y la necesidad de escribir,
(sigue intacta)
como las de bailar,
como las de actuar,
como las de callar.
Me trago este momento,
no lo explico, no hay cómo,
entonces me lo como,
lo trago,
me trago el pedazo sin masticarlo,
me trago esta crisis,
esto, con lo ahogador que es...
Una Andrea Más
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