Categoría: Poesía
España, junio 2020
Agua para para fluir,
para beber o para saciar,
para hidratar y recuperar,
para aliviar y apagar.
Amar o desamar requiere la misma valentía,
las dos son cura y anestesia,
las dos son sed y agua,
necesitas correr y tomar
¿Cuánto?¿ hacía donde?
lo que haya y hacia todo lado menos a una,
porque adentro, ahoga.
Entre una y otra ducha,
están las respuestas.
Cuando nos bañamos,
lloramos escondidas,
nos sacudimos el alma,
del agua de adentro y de afuera.
En ese acto tan íntimo con nosotras,
descubrimos que estamos hechas de sentidos.
Debajo de una regadera oxidada y vieja,
sonreímos recordando un palabra acertada,
Y cuando el vidrio está empañado dibujas,
y vuelves a ser niña;
en ese instante aceptas no solo te estás lavando el sudor de la noche,
te estas limpiando las ganas de ser grande.
Una Andrea Más
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