Categoría: Poesía
España, julio 2023
Deficiente,
insuficiente,
¿Suficiente?
Tenía 14 años y mi conducta en el colegio fue calificada deficiente,
recuerdo ver a mi papá enojado, diciendo:
“Puedo entender que no seas la mejor en algo, pero que seas deficiente con tu comportamiento, es decepcionante”.
Mis notas en general no eran las mejores,
tampoco las peores,
hacia lo que tocaba,
aprendía lo que me gustaba,
el resto me esforzaba.
Años después, volviendo de una crisis de ansiedad,
está la suficiencia como un monumento en el cerebro.
Está ahí para decirme mucho,
al igual que el dolor en el hombro derecho,
que la mano acalambrada,
que el ojo derecho, chiquito, reseco,
que esa postura de delfín.
Atravieso un taladro que viene a abrirle hueco
a esos muros y columnas,
a picarlos, a triturarlos.
Pesan, pesan mucho.
Los escombros han dicho que sigo siendo deficiente
y que nunca es suficiente.
Que hay que hacer más, trabajar más,
escribir más, buscar más,
llamar más, correr más.. todo más.
Porque mañana nos vamos de este mundo,
porque hay poco tiempo,
porque todo es para ya, porque la vida es ya.
Recogí los restos en el piso y
fui a buscar una basura de desechos sólidos.
Regresé a casa, discutí con mi ego,
retomamos, le agradecí, lo mandé a dormir.
No necesito aplausos míos ni de nadie,
no quiero ser recordada por ser la que más daba y menos recibía,
especialmente de sí misma.
Me aplacé,
era lo que tenía,
era lo que necesitaba,
era lo que sabía.
era lo que me validaba.
Suficiente, no más.
Me abandoné para ser suficiente,
haciéndome deficiente conmigo misma.
Una Andrea Más
Hola, que buen contenido! me siento identificado.😍